Veinte años atrás Josep Pàmies era un agricultor muy diferente, de los que usan sulfatos químicos y cultivan transgénicos sin apenas remordimientos. Pero al empezar a entrar en contacto con la agricultura ecológica empezó a investigar al gigante Monsanto, en cuyo proceso descubrió las maravillas de una planta llamada Estevia. El proceso vital de conseguir las semillas, cultivarla y distribuirla lo llevó, paso a paso, a cambiar completamente su manera de cultivar y también, a plantearse su relación con las plantas y la naturaleza. Descubrió el acaparamiento del mercado de semillas por las grandes agroalimentarias, dándose cuenta de que el hambre en el mundo no es un problema de falta de recursos, sino básicamente económico.
A través de su contacto con el movimiento de origen italiano Slow Food, descubre lo mal que comemos y la importancia de consumir productos de calidad y de proximidad para nuestra salud.
La evolución de Josep ya es entonces imparable, participando y encabezando movimientos como Slow Food Terres de Lleida o la Dolça Revolució, y a defender públicamente las bondades de las plantas medicinales y de sustancias como el Clorito de Sodio o el agua de mar. Dando la cara en ferias, charlas y conferencias por España y Latinoamérica, se ha convertida en una figura revolucionaria y querida por la gente de a pie, a la par que amenazado y censurado por el establishment.
Time for truth 