Ha llegado la hora de la verdad. Mi hora de la verdad. Hora de poner sobre el tapete todas mis cartas e iniciar mi propia partida de póquer particular con el mundo. Sin contrincantes, sin apuestas, sin jugadores invitados, sin doble juego ni cartas escondidas en la manga. Simplemente, la verdad, mi verdad, porque verdades … Sigue leyendo