Epifanio Alcañiz es un radiestesista de los pies a lo cabeza. Vive rodeado de péndulos, varillas y todo tipo de instrumentos de medida. Dedica todo su tiempo libre a investigar las líneas telúricas y -sin cortarse- ha llegado a sus própias conclusiones que tiran por tierra otras investigaciones preexistentes. Ha hecho diferentes aportes a esta «percepción olvidada» que es la radioestesia. Ha clasificado y aclarado lo que son los vórtices energéticos (también conocidos como puntos de poder) y es el primero en afirmar que todos los templos e iglesias hasta el siglo XVII (de cualquier religión) fueron construidos sobre uno de ellos, como mínimo. También es el primero en asegurar que todos los dólmenes, menhires, crómlech o cazoletas talladas en la roca fueron construídos sobre vórtices. Se ha encargado de poner orden en lo que mucha gente llamaba «Lugares de Poder» sin saber exactamente lo que eran. Él lo define como el campo o la mancha energética que generan dos vórtices cercanos entre sí, alteración telúrica no demasiado abundante. También ha metido baza en los fenómenos paranormales, reparando en que la mayoría de ellos (desde aparaciones marianas a visualizaciones de fastasmas) tenían lugar cerca de vórtices energéticos. Y una de las más curiosas, a mi entender, que es haber descubierto que los vórtices son la causa natural de las momificaciones, y lo ha demostrado momificando por su cuenta cadáveres de animales. En esta entrevista nos desvela varias de sus investigaciones.

Cuenta la tradición popular que este lugar sirvió de observatorio a Felipe II durante las obres del monasterio de El Escorial, aunque su origen es desconocido. Según Epifanio, el lugar no es fortuito, sino que la roca está situada sobre un vórtice energético de 24500 unidades Bovis (UB).

Se ignoran los motivos que llevaron al monarca a construir El Escorial en la ladera del monte Abantos, en contra de la voluntad de toda la corte. Según Epifanio, veinte vórtices energéticos, distribuidos simétricamente por la nave de la basílica, dan forma al Lugar de Poder más importante de España, único en su categoría en toda Europa. Los cuatro pilares energéticos o vórtices de Stonehenge, los cuatro de El Vaticano o los cuatro de El Valle de los Caídos quedan ensombrecidos ante esta importante alteración telúrica en la sierra madrileña.

Para lo que no lo sepan, la radiestesia se puede definir como la localización de líneas telúricas, corrientes de agua subterránea, puntos energéticos o lugares de poder. Es un conocimiento que se ha perdido a la largo de los siglos, pero que fue ampliamente valorado y perpetuado por nuestros antepasados. Es un entramado de saber y conocimiento que nos puede indicar dónde construir una casa, dónde situar una cama para dormir o cual es el lugar más energético para ir a recargarse o para construir un lugar de culto. Evitar las geopatías nos ayuda a un buen dormir -que no es poco- y a evitar enfermedades que pueden ser generadas por las radiaciones que emite la tierra.