La imagen de esta ermita, una cueva en la pared de la roca del «Elefante», más bien parece un OJO que todo lo ve. Un enorme precipicio rodea el acceso a la ermita, salvaguardando su intimidad. Como lugar de poder y meditación, dos asientos tallados en la misma pared del Elefante, ante un paisaje infinito … Sigue leyendo