La ermita de Santa Anna, en Montserrat, ocupa un lugar clave en nuestra ruta. Se halla situada en el torrente central de Montserrat, el torrente de Santa María (o Vallmala), y conecta por tanto, las dos vertientes de la montaña: Tebas y Tebaida.  Antiguamente era el lugar de encuentro de todos los ermitaños, dónde se reunían cada domingo, descendiendo cada uno de ellos desde su ermita, a la luz de las antorchas, para llegar a la misa de las cinco de la mañana.

Aunque ahora quedan sólo algunos muros, la ermita de Santa Anna era la más grande y espaciosa de todas, con una hermosa capilla con ventanales ornamentados y sillas de coro. Poseía una fuente constante de agua para saciar la sed de los caminantes, bastante abundantes, pues es la ermita que se encuentra más cerca del monasterio.

Una hermosa leyenda situa en esta ermita una fortaleza dedicada a la Hada Morgana, hermana del rey Arturo y amiga de la reina Ginebra. Las recientes investigaciones del historiador Frank Bruns apoyan esta leyenda con varios descubrimientos históricos.